viernes, 10 de diciembre de 2010

Peleado con el mundo

Señoras, señores, hay días en los que te levantas con el cuerno cruzado y necesitas pelearte con el mundo. Cuando la utopía se queda atrás y sólo tienes ganas de decir la verdad o lo que nadie desea escuchar.
Empecemos por la crisis, la Gran Crisis, ese movimiento cíclico de todas las economías democráticas. No deja de ser un mero producto de la ambición humana, un tira y afloja entre dos personas que se multiplica cada segundo. Si mi vecino ha conseguido una cantidad de dinero vendiendo algo, yo puedo hacer lo mismo, pero añadiéndole una pequeña variación que incremente su precio final en un porcentaje suculento. Todos los vecinos han hecho lo mismo y las grandes empresas sólo hicieron el altavoz, por lo que todos tuvimos la culpa, no sólo un par de señores entrajetados.
Ahora que nuestro Titanic chapotea en un defectuoso intento de salir a flote, pedimos explicaciones a un presidente, sí, digamos nombres, Zapatero. Un hombre entre millones, que ha tenido la culpa de ser un pusilánime títere sin cabeza en manos de los señores trajeados que nunca se ven en la televisión. En la actualidad, cuando la política originaria de hechos ha quedado en una anécdota histórica, Zapatero se ha convertido de un Moisés en un chivo expiatorio. Cuando los leones del Congreso miran hacia fuera para no tener que mirar a todo lo que entra y los discursos no dejan de ser una consecución de chiquillerías. La gente protesta por las reformas aprobadas hace ya sus meses, un conjunto de medidas de derechas que critica el PP paradójicamente. ¿Desde cuándo la privatización de los organismos públicos ha sido de carácter izquierdista, si es que aún existiera ese sentimiento?
Los sindicatos, esos grandes niños que se esconden debajo de las faldas de la mano que le da de comer y como de una cena familiar se tratara escenifican un teatrillo para contentar a vecinos y abuelos. Me repugna que en manifestaciones como fueron aquellas en las que se peleaba contra la famosa Bolonia, aparecieran pancartas y banderas de grupos políticos, con tal de conseguir un mayor espacio en la fotografía del periódico de mañana. Señores, no estoy de acuerdo con Bolonia y con la mayoría de reformas que me auguran un futuro más que oscuro; pero no quiero manifestarme, bueno, sí, pero no quiero estar al lado de una pancarta que no me representa en absoluto, ya sea roja o azul.
Recordando mi proyección laboral, en Andalucía achacamos a la crisis el aumento del desempleo. Esperad, ¿aumento? ¿Alguien recuerda los datos anteriores de paro en nuestra comunidad? Yo lo refrescaré, en el año 1.999, es decir, hace más de diez años, el porcentaje de desempleo ya era superior al 26%. Es decir, uno de cada cuatro andaluces estaba con los brazos cruzados. Ahora, ¿la crisis económica mundial ha sido la causa del paro? Yo veo un fallo estructural en la comunidad, sobre todo cuando en el resto de comunidades nacionales apenas existía paro, a excepción de nuestra compañera de banco del parque Extremadura.
Y es que, ¿qué podemos decir de nuestros sistemas de captación de empleados? En un país donde la fuerza que lo mueve es el enchufismo, mientras que los currículums se amontonan en las mesas de los conserjes, si es que llegan a almacenarse, un hecho objetivo de leyendas urbanas. No voy a hablar de esa raza nada despreciable de los becarios, pero cuando las empresas renuncian a contratar becarios, sin duda, a los jóvenes se nos cierra una puerta para ir metiendo cabeza. Aunque siempre me he planteado, ¿que había antes de los becarios?
Ah, se me olvidaba, una batalla global que seguramente no veré la derrota: EL CAMBIO CLIMÁTICO. Una gran bola de desinformación. Nos estamos cargando el mundo, eso ya lo sabíamos. ¿Lo estamos calentando? Pues claro. El calentamiento es algo natural, la vida produce residuos, que hayamos acelerado un proceso que debería producirse en miles de años es otro aspecto de la problemática, durante la época de los dinosaurios hubo un incremento de la temperatura de similares dimensiones y estos animales gigantes no utilizaban un vehículo privado precisamente. Se firman acuerdos para reducir las emisiones de CO2, algo que me parece correcto para alargar la agonía, cuando aún no se tiene un Plan B. Me hace gracia el lema "Salvemos el Amazonas, el pulmón del mundo", ¿nadie sabe que el 80% del oxígeno de nuestro lo generan los arrecifes de coral?
Pero volvamos a nuestra democracia global, a la que llamo cariñosamente hipocracia, por su alto contenido en hipocresía. Obama, ese gran Premio Nobel de la Paz, por su potencial actividad por los derechos humanos. Nuestro rey del mundo ya cuenta con el récord de deportaciones de inmigrantes ilegales, la nada desestimable cifra de más 320.000 personas. Si lo que quieres es que el dinero de tu país se quede dentro de las fronteras, echa de tu país a quien lo saca, aunque sea el mismo grupo de personas que levanta tus edificios o barre tus calles.
Y ¿para qué pararse a hablar de la situación inestable del mundo? Bueno, en verdad "inestable" es un decir, algunos vivimos demasiado cómodos mientras otros... no viven. La balanza se equilibra y se estabiliza. Hemos visto como un país como Haití se hacía notar gracias las desgracias. En la actualidad, cada uno de los países de África reza porque un terremoto, un huracán o un tsunami asole cada uno de sus terrenos. Pero tranquilos, mientras esperan se siguen matando igual, pero con las armas que nosotros vendemos, si es que no tenemos competencia, somos unos máquinas. En estos países, la injusticia ronda a sus anchas, pero claro, a EEUU no le han tocado sus partes íntimas con un atentado a lo Hollywood, unas bolsas de petróleo o un pulso militar. Pero bueno, eso es ya otra historia, hoy me he quedado un poco más tranquilo.


Folou mi en tuiter

Seguir a san_paco en Twitter