lunes, 19 de julio de 2010

La verdad está ahí fuera... a 48 grados.




¿Quién me lo iba a decir? Para algunos, trabajar en una ciudad en las que las temperaturas veraniegas superan los 45 grados centígrados es un suicidio, para otros... también lo es.
Pues aquí me veis, el Peter Parker del sudor y la frente de color langostino, cubriendo la actualidad, al filo de la noticia, redactando la historia en todas sus variantes, salvando al mundo de la mentira y la ignorancia. Soy periodista, bueno técnicamente soy "comunicador", pero bueno, para eso existe el intrusismo laboral.
Todavía me acuerdo de mi primera tarea: un reportaje sobre la visita del alcalde al zoo. El recorrido era agradable, a pesar de las altas temperaturas. La primera parada consistió en inaugurar en nuevo foso de los osos, Berta y Bernardo, los plantígrados no dudaron en ignorar a los medios y meterse en el agua. Muy bien. Media hora esperando y ni una pelota, ni una trompeta, ni un aro de fuego. Empezamos bien. Mis espectativas decaían. Acto seguido, nos fuimos hacia la jaula de los leones, para ver al recién nacido cachorro de león.
Imaginad la escena, meten a cuarenta personas en la jaula de unos felinos de 500 kilos y cierran la puerta. No sé por qué, pero por un momento me sentí cristiano de verdad. Para darle más emoción, existen tres puertas, en una hay un Mufasa, en otra una leona (lo mismo que el Mufasa pero sin melena) y en la última, un cachorrilo del tamaño de un labrador pequeño. Todos rezábamos porque al abrirse la puerta apareciera el pequeño Simba o una chica en bikini con un ramo de flores, bueno, dudo que esto último lo imaginara más gente. Al final apareció el pequeño león adorable y no pasó nada más fuera de lo normal.
Al siguiente día, me mandaron a un concurso de modelos. Mi progreso era exponencial, de hacer un reportaje a una pareja de osos, había pasado a estar medio día rodeado de mujeres en bikini. Me parecía justo. Aunque el director de una agencia de modelos, preguntó al menos indicado sobre nociones de desfiles de modelos, es decir, a mí. Para algunos, calificar a una modelo como "un caballo trotón" a la hora de andar hubiera sido un gesto de ignorancia, a la par que de sinceridad. Sin embargo, este señor apremió mi incredulidad ante el evento con una charla interesante acerca de la belleza y su movimiento. No sabía que andar por una tabla fuera tan difícil desde tiempos de los piratas. Mi sinceridad, desde ese momento, ha ganado adeptos, como fue el caso de una bailaora flamenca, que me preguntó acerca de la fusión de estilos de música, a lo que yo respondí con "aunque tengas el mejor salmorejo y tengas el mejor chocolate, si los mezclas, sale una mierda". La mujer quedó prendada de mi lírica.
Sin lugar a dudas, el mejor momento fue en el instante que me dijeron de hacer un reportaje acerca de los problemas auditivos, en el que debía hacer una pequeña entrevista a un "otorrino". Todavía la mujer del hospital está riéndose mientras busca a un "ornitorrinco" en el centro para que yo le haga una entrevista. Es lo malo de una mente con demasiadas conexiones incoherentes.
Por ahora, eso es todo. Pero seguiremos informando. Y ahora de verdad.

5 comentarios:

JustLikeAWoman dijo...

"aunque tengas el mejor salmorejo y tengas el mejor chocolate, si los mezclas, sale una mierda"

sin palabras...bueno, una: GENIAL (como siempre) :) Disfruta el calor hermanito!! ^^

Cristina Sánchez dijo...

JAJAJA, Que bueno!

Que te sea leve el calor!!

Miguel dijo...

Y la entrevista a Miguel García, que te la leí. Una contraportada enterita, nivel.

Esther dijo...

Ánimo Paco, que ya solo quedan unos dos o tres meses de calor xDD

Anónimo dijo...

Los becarios mantienen el pais a (medio) flope, asi que gusta paco, dando los primeros pasos en el (jodido) mundo laboral, que arte lo del "ornitorrincolaringologo" y las trotonas. Cuidate mucho, Paco.
Ah, por cierto, soy David

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