miércoles, 29 de octubre de 2008

SAN PACO... DE COMPRAS

Aún me acuerdo de cómo odiaba los sábados en los que mi madre me decía una de las frases que más odiaba "vamos a comprar, que te hace falta ropa", en ese momento me ponía el pijama y salía corriendo desesperadamente mientras gritaba "mira mamá, me queda bien, tengo ropa". En verdad no fue hace tanto tiempo, de hecho, fue el fin de semana pasado.
Sin embargo, en los últimos tiempos, he sentido un potenciamiento del aspecto estético en mi vida por diversas causas (mi novia, mi madre, amenazas al buzón...). Así que decidí dar un pequeño paso para el hombre y gran tropiezo para la moda. Se acabaron las camisetas de propaganda de marcas de cerveza y el uso abusivo del bañador. Señoras y señores, me fui de compras.
Un paseo por las distintas tiendas que amargaron mi infancia me convenció de que aquellas sudaderas de Bart Simpson con un monopatín ya no eran para mí. Tenía que madurar estéticamente.
Me introduje en la primera tienda... me he dado cuenta de que comprar es como una gymkana. ¿Qué necesitaba? ¿Dos pantalones y un par de camisetas? Muy bien, entré en el local, busqué los pantalones y las camisetas que tuviera más a mano y me dirigía a la caja a pagar. FIN.
Mi madre me agarró del hombro y me obligó a dejar todas aquellas prendas que se encontraban en mis manos. Me dijo que para comprar hay que seguir un ritual. Lo que más me chocó en un principio fue la frase de "para comprar algo, antes tienes que ver qué compras". Se me acababan de ir al carajo todas las teorías del marketing acumuladas desde mi nacimiento.
Se me acercó una chica mientras yo preparaba el reloj para decirle la hora. Pero no, era una dependienta de la tienda que me preguntó cuál era la finalidad de mi búsqueda, a lo que yo contesté que buscaba unos pantalones. "Ajá... ¿pantalones chinos, de pinzas, vaqueros, piratas, pitillo...?" fue la oración que produjo que se quemaran los terminales axónicos de mis neuronas; a lo que respondí con gran decisión "quiero un pantalón con tres agujeros, uno para la cintura, el resto para las piernas". En verdad no le dije éso, ante esas situaciones sólo decimos "no, sólo estoy mirando". Así que fui cogiendo al tuntún pantalones de los distintos estantes de diferentes tallas, más que nada, para ir tanteando.
Ahora venía la siguiente parte del ritual de compras, "probarse ropa". Después de una larga cola en la que cogí complejo de perchero con todos esos pantalones al hombro, me hice con un probador. Primer problema, ¿dónde pongo toda la ropa? ¿en dos insignificantes perchas en las que cabe un pañuelo? mi decisión fue no quitárme los pantalones del hombro. Después de años de evolución, el ser humano no sabe que un metro con treinta centímetros de cortina es más pequeño que un metro setenta de anchura del probador, muy bien, así que tienes que decidir que lado de tu intimidad pretendes sacrificar, por mucho que intentes estirar la maldita cortina, siempre se te queda una rajilla de un palmo por la que los que están en la cola toman como tema de conversación tus calzoncillos de delfinitos que tan afectuosamente te regalaron en Navidad.
Pues allí que empiezas a desabrocharte los botones del pantalón, cuando te das cuenta de que no te has quitado los zapatos. Mierda. ¿Qué pasó con aquellos banquitos de dudosa comodidad que te hacían el apaño a la hora de apoyarte? Allí se me veía, con los pantalones por las rodillas, sobre una pierna, haciendo equilibrios, sujetándose con la frente en el espejo del probador, los pantalones de prueba en el hombro, enseñando los calzoncillos de los delfinitos por la raja de la cortina... lo que se suele denominar un espectáculo sin desperdicio.
Apenas unos pocos pantalones me permitían introducir mi voluminoso trasero, pero hubo un caso que me conmocionó. Probé algo que llamaban "pantalones de pitillo". Bien, la prenda accedía sin problema hasta que llegó a la altura de la cintura, en el momento que el botón se negó a llegar a abrocharse, decidí quitármelos, sin embargo, ya que bajaban por las rodillas... "Houston, tenemos un problema, el pantalón se ha agarrado a la pierna"... eran tan pegados, que por mi mente ya pasaba la opción de la amputación. Un poco de fuerza, aceite y maña obligaron a que aquella bestia téxtil cediera. Ufff... menos mal.
Al final compré los dos pantalones que había cogido al principio. Se me quitaron las ganas de comprar en unos cuantos años, por ello me fui de aquel sitio.
Sí, sé que no me compré las camisetas... pero éso... es otra historia.

7 comentarios:

Janario dijo...

Para mí también ir a comprar ropa es una de las experiencias más estresantes que puedo vivir.

Dios mío.

Saludos,

Dibujando la Crisis

Janario.

Anónimo dijo...

Jajajajaja

Paco llevate a laura la proxima vez de compras, yo hago lo mismo. Ellas tinen un sexto sentido para encontrar las cosas, luego solo decides si te gusta o no.

Jejejeje

quien sabe dijo...
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quien sabe dijo...
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quien sabe dijo...
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quien sabe dijo...

mucho tiempo sin venir por aqui,ahora te invito a ir al mio y alli encontraras tema para tu entrada... INGENIEROS INFORMATICOS
estoy pegando por todos sitios este e-mail para dar a conocer como de chungas tienen ellos las cosas...


> Mensaje desde 'Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Andalucía'> > Mensaje:> Estimado ingeniero,> > El pasado 23 de octubre el Ministerio de Educación presentó las fichas de los nuevos títulos de grado y master de todas las ingenierías menos la de informática cumpliendose así los peores presagios. La excusa ha sido que nuestra ingeniería no tiene atribuciones y que la informática es una materia transversal y por lo tanto no debe de concentrarse en una titulación concreta.> > Las consecuencias de esta situación son:> > - Desaparece la ingeniería en informática. Se cumple el deseo de muchos. Por fin desapareceremos y dejamos el camino libre al ejercito de aficionados y "reciclados" para erigirse como los nuevos y verdaderos informáticos. Dejaremos de ser un problema.> > - Nuestros títulos no serán homologables a ninguno al no existir correspondencia con los nuevos títulos. > > - Nunca tendremos atribuciones profesionales. No la hemos tenido hasta ahora y al desaparecer ya no las tendremos nunca. No sabemos que pasará con los nuevos títulos aunque por su caracter local a cada universidad no parece posible que lleguen a tener atribuciones.> > - Los títulos actuales no tendrán validez. Al no poder homologarnos con los nuevos títulos que pudieran aparecer en el futuro nuestros actuales títulos iran perdiendo validez y se quedarán como el recuerdo del mayor engaño del sistema educativo español.> > - Los actuales estudiantes están siendo objeto de engaño. Las universidades no informan temiendo una huida en masa que dejarían vacías a las escuelas de informática.> > - No podremos trabajar en Europa. Al no existir por lo dicho en los puntos anteriores, nuestros títulos no se corresponderán a ningún título europeo. Las nuevas fichas de ingenieros de telecomunicación recogen las competencias de la informática por lo que serán ellos quién se queden con nuestra parcela de trabajo.> > - Las universidades tendrán autonomía para inventar títulos relacionados con la tecnología de forma local y diferente entre ellas. Las universidades privadas harán su agosto y por fin todo el sistema universitario cumplirá su sueño de que todo el mundo pueda ser informático con independencia de sus estudios.> > Evidentemente no nos vamos a quedar quietos viendo como nos pisotean. El próximo sabado 8 de noviembre nos reuniremos todos los Colegios de España en Madrid para coordinar las medidas a tomar. De igual manera nos estamos coordinando con la CODDI (COnferencia de Decanos y Directores de Informática), con ALI, AII2 y RITSI. Las acciones que se barajan pasan por todas las posibles, desde acciones legales a movilizaciones.> > Pero hay una actividad fundamental que hay que realizar y que está en mano de cada uno de nosotros. Hay que DIFUNDIR esta información entre nuestros compañeros. Ahora más que nunca pido tu colaboración para que dentro y fuera de tu entorno difundas esta información. Es necesario que todos sepamos lo que está pasando. La táctica que ha seguido el Gobierno ha sido la de la desinformación. De hecho la incredulidad ha provocado que muchos ingenieros en informática no hayan creido que esto se pudiera producir y estoy seguro que tú mismo puedes dudar ante semejante barbaridad. Te puedo garantizar que esta situación es real y está ocurriendo ahora mismo.> > Te pido también que estés atento al portal del Colegio (http://www.cpiia.org) ya que en los próximos días iremos dando más información.

quien sabe dijo...

juer...se ha grabado mil veces....

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