miércoles, 19 de noviembre de 2008

San Paco fuera de contexto.

Dícese que el contexto es el conjunto de elementos que forman el entorno de una situación.
El pasado 31 de Octubre, como todos los años, se festejó la implantada noche de Halou... Jal... Holow... bueno, de Jalouín. Pues la noche de Jalouín, es una noche en la que te vistes de monstruo y haces lo mismo que harías cualquier noche, pero disfrazado. El contexto me incitaba a disfrazarme, así que conseguí un disfraz que fuera con el tema de Jalouín. Mi grupo de amigos estaba formado por una muerte con su guadaña, una diablesa, una a lo estilo familia Adams, un troll extraño... y un angelito. Sí, me vestí de angelito, conseguí unas alas, una coronita (no la cerveza con tequila), arranqué las cortinas de la ducha y me las puse encima. Muy bien Paco, tú... a tu contexto.
Este año me disfracé de querubín barbudo. Hace dos años. me disfracé de "cubata". Ya sé que habré ilusionado a vuestras alcohólicas mentes con un cubata de mis proporciones. Vestirse de "cubata" es parte de la broma léxica de vestirse con un cubo en la cabeza y una bata (para los que me salvaron del ascensor, cubo + bata= cubata). Disfraz barato y recurrente. Lo mejor de ello, fue ir al comercio "Bazar Asia", le pregunté al dependiente por la localización de la zona de limpieza, volviendo al rato con un cubo en la cabeza y otros dos en la mano, a la vez que le preguntaba "Perdone, ¿cuál me queda mejor?". Mi querido dependiente asiático no sabía si llamar a la policía, dejar el sake, convertirme en cerdo agridulce o poner mis prendas plásticas de moda.
Sin embargo, dentro de mi corta vida filmográfica, he tenido situaciones extrañas, sobretodo con las películas musicales. Aún me acuerdo de la primera vez que dormí en la butaca de un cine: René Zellweguer cantando y bailando en "Abajo el amor", hizo que mís párpados se precipitaran hacia un nada cinéfilo sueño. Me desperté entre montañas de palomitas que me lanzaban el resto de espectadores para silenciar mi melodía de ronquidos. Personalmente, prefiero ver bailar y cantar a los hipopótamos de "Fantasía".
Pues mi experiencia con las obras musicales ha resurgido. El otro día fui a ver High School Musical 3. Aver el argumento narra la historia de unos actores próximos a la jubilación anticipada que encarnan a unos jóvenes estudiantes (que se suponen que estudian), están en su último año de instituto o algo parecido y para celebrarlo hacen un musical. La estructura básica es la misma que la de las obras de Manolo Escobar, es decir: llega el sujeto A y le pregunta a B sobre su opinión acerca de la evolución del IBEX 35, es entonces cuando B se queda en silencio, toma fuerzas y suelta una canción de media hora sobre la cría y reproducción del mejillón cebra en los afluentes del Ganges.
No obstante, lo que me hizo observar que me encontraba expulsado del contexto fue justamente al final de la película, cuando vislumbré que las exaltadas hordas de niños (en apariencia inocentes) casi se habían marchado por entero, decidí alzar mis brazos en un acto de rebeldía contra el sistema capitalista que nos oprime, levanté los dedos anulares de mis manos y expresé a gritos mi disconformidad con la película, comparándola con un resíduo producto del proceso digestivo. Algo así a: "¡Esto es una mierda!". Sin embargo, una niña sentada en la fila de delante giró su cabeza cual Linda Blair en "El Exorcista" con una mirada de esas que te dicen "elige entre repetir lo que has dicho o vivir". Esto es lo que llamo salirse del contexto peligrosamente.
Para finalizar "mis fueras de contextos" tengo que recurrir a un leyenda urbana que cuenta hasta la saciedad mi santa abuela. que cada vez que ve a alguien que se le duerme la pierna, te suelta "cuidado, la vecina del tercero se murió porque se le durmió la pierna". Sí, es verdad, lo que ocurre es que mi abuela no cuenta la historia completa, es decir, mi abuela es una máquina haciendo elipisis temporales en la narración. Es verdad, la vecina del tercero falleció, pero porque se le durmió la pierna... perdió el equilibrio y buscó una nueva forma de llegar a la planta baja sin necesidad de usar el ascensor utilizando la gravedad y el hueco de las escaleras. Pero bueno, eso es tan sólo... otra salida, por la puerta grande, de contexto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajaj muy bueno, excepto por la falta de ortografía

Anónimo dijo...

En tu linea!!!

Este año hay concurso de monologos?






Semper fidelis!!

San Paco dijo...

Seguramente este año me presentaré también al concurso de monólogos ese. Así que id diciéndome temas que penséis que es bueno tocar. Un saludo discípulos.

Anónimo dijo...

pacoo felicidadeeees!!!!! ke el 19 es tu cumple ke lo seeee FELICIDADEES! FIRMADO inmaa!!!

Anónimo dijo...

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