sábado, 15 de mayo de 2010

CUANDO UN ÑU EMIGRA, SE MUEVE EL MUNDO

Buenas tardes discípulas y discípulos, espero que mi abandono no os haya dejado una profunda secuela, sin embargo ya sabéis, el trabajo es lo primero... que hay que hacer después de descansar.
En una de esas veces que descansas, decides ponerte un documental de fondo, para que, entre bichito y bichito, tus ojos decidan pasar un coma profundo de dos horas. Sin embargo, los documentales de la Sabana Africana me fascinan, me atraen de una manera sobrehumana. Cuando veo esas manadas que ennegrecen todos los pastos en un camino en continuo movimiento, me doy cuenta de que no estamos sólos, que los humanos no debemos tener el monopolio de todo el planeta.
Si las hormigas suponen un cuarto de la biomasa del mundo, el resto de las tres porciones deben estar repartidas entre los ñus, la población de China y la gente que aparece en Callejeros.
Y es que, el otro día fui de visita al zoo. En él, había una pareja de ñus, me acerqué, me miraron con cara de "compréndeme" y se cayeron todas las teorías de la vida. Siempre había pensado que un ñu era un toro hecho a mala leche, pero no, es fuerte, robusto, ágil... es lo más parecido a que una cabra se hubiera preparado para ser portero de discoteca. Sin cambiar de mentalidad, por supuesto. Quisiera hacer un llamamiento a todos los guionistas que preparan los documentales de la fauna de este inconmensurable continente: queda muy bonito hablar de la difícil vida de los leones en el Masai Mara, de la velocidad del guepardo, del sigilo nocturno del leopardo, de las fauces colosales del cocodrilo, de la macabra sonrisa de la hiena, hasta de la elegancia del funesto vuelo de los buitres... pero, paraos a pensar ¿qué tienen en común todos estos animales? Yo os lo digo: ¡TODOS COMEN ÑUS! No hay ninguno que no dependa del Connochaetes taurinus. Si los ñus aprenden a defenderse, la hemos jodido. Ahora diréis que es el ciclo de la vida, que la vida muere para ofrecer más vida... ¡y un mojón de ñu! Mirad a Mufasa, siguiendo esa filosofía y ¿cómo acabó? Bajo las pezuñas de los ñus. Venga Mufasa, a dar más vida ahora, ¿Qué has conseguido Mufi? ¿Que tu hermano maligno domine todas tus tierras? ¿Que tu hijo te vea en los nubarrones? Esto es lo que pasa cuando se subestima el poder de un ñu.
Por eso, quiero vuestra ayuda, pretendo apadrinar a uno de estos herbívoros, formarlo, instruirlo, para que después, pueda seguir pueda continuar mi obra entre sus semejantes. Quiero crear al Martin L. King de las bestias, al Malcolm X de la Sabana, a la Rigoberta Menchú del Serengueti.
Lo primero que necesito son neveras, sí, de esas azules con el asa en blanco. Quiero que los ñus aprendan a guardar hierba para cuando llegue la época seca, parece una tontería absurda, pero en cuanto estos animales dejen de cruzar el río, la gran Revolución habrá comenzado. Mirad a los cocodrilos, es muy fácil esperar, tomando el sol, en la piscinita, a que te caiga la comida en el agua. O esos leones, en la orilla, con su sombrilla y su bañador rojo a lo David Hasselhoff, mirando al horizonte y preparando la barbacoa, para dar la bienvenida a nuestros adorables ñus. Pues con las neveritas azules con el asa blanca, todo se solucionaría.
Señores de National Geographic y de Discovery Channel, ¿Por qué grabáis a los ñus de noche con cámara nocturna? Si queréis ver animales a cuatro patas, desorientados y emitiendo ruidos, os aconsejo poner una cámara en cualquier parque español un sábado por la noche. Ahí tenéis para una serie de treinta documentales. Imaginad el siguiente relato: "La noche silencia los pastos en la Sabana africana, una manada de ñus pastan sin ningún tipo de preocupación, de pronto, un olor delata al enemigo, y el grupo sale despavorido, dejando atrás a un congénere herido que no tiene fuerzas para correr, una herida de un anterior lance le obliga a abandonar la vida, mientras, los leones famélicos se acercan asegurándose una cena copiosa, el herbívoro se resiste entre sus últimos suspiros. Cesan los movimientos y los felinos se dan su macabro festín. Es el precio entre la vida y la muerte.". Ahora, imaginad el siguiente: "La noche se alborota entre cristales, en cualquier botellón, en el que un grupo de universitarios beben sin ningún tipo de preocupación, de pronto, una luz azulada delata al enemigo, y el grupo sale despavorido, dejando atrás a un Erasmus noruego bebido que no entendió los gritos de sus supuestos amigos, además, sus bajos reflejos etílicos le quitan fuerzas para planear una manera de escapar, mientras, los policías se acercan con ansias de multa, frotándose las manos al ver el estado de la víctima. El Erasmus noruego se arrastra por el suelo, a la vez que emite insultos contra todo aquello que se interponga en su vista doble. Los agentes lo capturan y lo invitan a acompañarlos. Es el precio entre una noche de sábado y una resaca de domingo."
Señoras y señores, os pido que me apoyéis en mi difícil empresa, limpiemos la reputación de estos animales tan valiosos. Cuando veáis un documental, si el protagonista no es un ñu, cambiad de canal; cuando veáis El Rey León y muera Mufasa, aplaudid sin mesura, que os escuche el vecino de la quinta planta, han ganado su propia Revolución Francesa, un ejemplo de un pueblo que se deja la piel en sus tierras, que elimina a un monarca déspota que se bebe hasta la sangre de sus súbditos. Pido que ayudemos a que unos ñus se alcen con sus cornamentas rajando el aire, mugiendo con todas sus fuerzas, que en los ojos de sus caras no se vea ira ni rencor, sino el mismo idealismo de un William Wallace de cuatro estómagos. Que no se quede en la utopía, que no se quede en el sueño, no nos hundamos en el valle de la desesperación. Aun así, aunque veamos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, os digo hoy: todavía tengo un sueño.

Amén.


1 comentario:

Bore-kun dijo...

Es lo que siempre he oido, si todos los Ñus del planeta se pusieran de acuerdo y saltaran a la vez crearían un cataclismo de proporciones biblicas y derrocarían a la humanidad del trono que controla el mundo. O algo parecido.
Y la muerte de Mufasa es uno de los momentos epic de la historia, solo por ver a ese león formado por nubes y el vozarrón de Constantino merece la pena vivir.
Larga vida al Ñu y a Paco.

Folou mi en tuiter

Seguir a san_paco en Twitter